El encuentro PACE fue organizado por la Universidad de Talca en conjunto con la Universidad de la Frontera, Universidad de Antofagasta, Universidad Católica del Norte, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación y la Pontificia Universidad Católica. La actividad contó con la participación en distintas mesas temáticas de representantes de las 31 instituciones de educación superior del país adscritas al programa.
Intensificar el reforzamiento de las habilidades y el acompañamiento a la exploración vocacional de los estudiantes de enseñanza media, es parte de los desafíos que deberá enfrentar durante el 2022 el Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE), así lo planteó Mauricio Ahumada, analista del Departamento de Fortalecimiento Institucional de la Subsecretaría de Educación Superior del Ministerio de Educación, durante el Segundo Encuentro Nacional PACE titulado “Fortaleciendo redes para el abordaje de nuevos desafíos”.
El encuentro realizado en modalidad online, agrupó a los funcionarios de 31 instituciones de educación superior pertenecientes a la Red Nacional del Programa PACE, entre ellos al equipo de la Universidad de Talca que participó en la organización del evento. El objetivo de la instancia fue construir propuestas colaborativas para afrontar los principales desafíos del programa en 2022 a través del fortalecimiento de la red y enfocadas en tres focos temáticos: familias y redes de apoyo, trabajos psicoeducativos, articulación y trabajo en red.
“Con la institucionalización del PACE en el Departamento de Fortalecimiento Institucional del Ministerio de Educación en 2018, se permite potenciar las unidades de servicio y desarrollo estudiantil, así como generar nuevas unidades o formalizar las instancias que existían. En 2019 el PACE deja de ser extracurricular, ese sin duda es un cambio importante”, detalló Mauricio Ahumada quien junto a Guillermo Jara, plantearon los avances y desafíos del programa PACE que actualmente cuenta con 580 liceos adscritos a nivel nacional.
Aseguraron que el desafío de intensificar el reforzamiento de las competencias y habilidades estudiantiles se ve afectado por las limitaciones de tiempo que tienen los profesores PACE con los alumnos debido a que solo están con ellos los dos últimos años de la educación media, así como la falta de acervo o falta de experiencia. Por ello, Ahumada planteó definir desde los programas de estudio la activación de las habilidades en función de los objetivos de aprendizaje de las asignaturas, además de impulsar la aplicación de las metodologías activas donde el estudiantado tenga un rol preponderante y activo durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El otro desafío es intensificar el acompañamiento para la exploración vocacional de los estudiantes, para ello Ahumada propone la incorporación en las clases de dispositivos experienciales que lleven a los alumnos a reflexionar sobre que les gusta y en qué son buenos que pueden ser complementados con la aplicación de test y la participación en ferias vocacionales.
Destacaron los esfuerzos de los profesionales PACE por continuar trabajando pese a los desafíos que trajo la pandemia de covid que los llevó a reinventarse en la virtualidad y a aumentar las ayudas tecnológicas para profesores y estudiantes.
El encuentro nacional también contó con la participación especial de Alfredo Zamudio, Director Ejecutivo del Centro Nansen para la Paz y el Diálogo de Noruega, quien durante su charla magistral explicó el uso del diálogo en tiempos de crisis.
“El objetivo de muchos procesos democráticos, de desarrollo y educativos es trabajar en conjunto y tener un futuro compartido, podemos llegar allí teniendo colaboración, creando confianza y diálogo. Dialogar no significa justificar, perdonar ni aceptar la verdad del otro, significa escuchar y entender como el otro ve lo que nos separa. Es importante crear espacios para conversar, tenemos miedos, rabias, anhelos y esperanzas”, detalló Zamudio.
Además señaló que “cuando otorgan herramientas para cubrir las brechas y tener apoyo, los estudiantes, no importa de dónde sean, van a tomar esa oportunidad y van a crecer. La necesidad de saber y aprender no tiene límite económico o social y todos podemos. Es importante recordar que la negociación y mediación sirven para lo urgente, pone más énfasis en el resultado y menos énfasis en las relaciones. El diálogo, como herramienta para transformar realidades difíciles, pone énfasis en la inclusividad, en la reparación o construcción de relaciones y debe ser usado para realizar mejoras profundas”.
Al respecto, el Rector de la Universidad de Talca, Álvaro Rojas, expresó a través de un video que “sabemos que la ejecución de la programaciones operativas del PACE deben considerar la realidad de cada región, por ejemplo las condiciones socioeducativas de los habitantes de los distintos territorios, por ese motivo los instamos a continuar trabajando colaborativamente para afianzar aún más esta red de conocimiento y mejorar las oportunidades de acceso inclusivo a la educación superior”.
Por su parte, Erika Ubilla, coordinadora ejecutiva del Programa PACE de la Universidad de Talca expresó que este tipo de actividades “nos permiten generar instancias de dialogo y reflexión de las practicas implementadas así como también establecer sinergias entre las distintas IES adscritas al programa fomentando el trabajo articulado y cooperativo entre las instituciones”.
Para finalizar la actividad se realizó una mesa de trabajo y plenaria entre los equipos IES Red PACE Nacional con el propósito de construir propuestas colaborativas con miras al trabajo que se realizará en el año 2022.
Desde 2017 suman 20.513 estudiantes PACE habilitados que han podido acceder a la educación superior, solo en 2021 se matricularon 5128, dando cuenta del crecimiento que el programa ha tenido desde 2014 que fue creado.