UTalca aumenta en un 30% los ingresos de estudiantes PACE
El trabajo sostenido del año 2020, el acercamiento a los padres y la contención emocional realizada por los profesionales para los estudiantes secundarios significó el ingreso universitario de 217 jóvenes de establecimientos vulnerables de la región.
El confinamiento establecido para prevenir los contagios de Covid-19 planteó al Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE) de la Universidad de Talca, el desafío de mantener su acercamiento con docentes y estudiantes secundarios. El programa tiene convenio con 16 establecimientos vulnerables de la Región del Maule, donde realiza acciones de preparación y apoyo para facilitar el acceso a la educación superior de los alumnos.
Con el objetivo de continuar su trabajo con los terceros y cuarto medio, se establecieron estrategias de acompañamiento online, adaptando los talleres y entregando apoyo y contención emocional a estudiantes, orientadores y profesores.
Javiera Ponce, estudiante egresada del Liceo Técnico Diego Portales y que ingresó vía PACE a Tecnología Médica, destacó esta ayuda. “El apoyo fue super importante en este proceso porque, en lo personal, si no hubiese sido por PACE no hubiera sabido a qué postular. Descubrí lo que quería estudiar haciendo los test vocacionales y llevamos bien la pandemia con charlas para controlar la ansiedad”.
Erika Ubilla, Coordinadora Ejecutiva del programa PACE UTalca, comentó su satisfacción con los resultados obtenidos en este periodo de matrícula. “Como programa estamos muy contentos de este aumento ya que da cuenta de todo el trabajo realizado durante el 2020 y a la vez significa un gran desafío 2021. Además, significa un impacto positivo en la confianza de las comunidades escolares que ven en el PACE una alternativa concreta y en crecimiento, y da cuenta que la Universidad se posiciona firmemente en el Maule y a nivel nacional, pues tenemos matriculados de diversas regiones”.
El programa no solo apoya a estudiantes secundarios, pues parte importante de su labor también se centra en acompañar a quienes se encuentran en primer y segundo año de sus carreras universitarias. El apoyo se traduce en tutorías académicas y psicoeducativas para potenciar las capacidades de cada uno.
“Este año también tuvimos el aumento en la retención en la cohorte 2020, llegando está al 85,6%. Esto significa un aumento del 6,6% con respecto al 2019, lo cual se atribuye al gran trabajo realizado por los profesionales de acompañamiento a la educación superior, psicoeducativo y académico, quienes a través de una labor personalizada con los estudiantes ha logrado este aumento significativo en la permanencia de los estudiantes en la educación superior”, comentó Erika Ubilla.
Gracias al programa, Javiera Ponce, María Jesús Ruiz, Natalia Aravena, y muchos otros jóvenes pudieron ingresar a la carrera que querían en la Universidad de Talca. Como Javiera comentó, uno de los apoyos fueron los test vocacionales, que le permitió a ella saber que le interesaba más la carrera que eligió que la especialidad en gastronomía que seguía en el liceo.
Además del apoyo vocacional, el programa ayuda a los jóvenes a crear un proyecto de vida. Así lo expresa María Jesús Ruiz, que se matriculó en Nutrición y Dietética y que se moviliza en silla de ruedas por una discapacidad. “Me apoyó mucho, fue un incentivo para ingresar porque al principio no sabía si podría. El PACE me abrió muchas puertas, me subió el puntaje, me ayudó mucho”.
Natalia Aravena, que ingresó a la carrera Obstetricia y Puericultura, destacó la Academia PACE, donde se entregan herramientas para adaptarse a la vida universitaria, como una de las instancias más importantes. “Fueron muy buenas las herramientas que nos entregaron, realmente ayuda y el acompañamiento es algo que es muy importante, porque no sabemos lo que es entrar a la universidad. En la Academia nos enseñaron todo eso”.
El programa también se acercó a las familias de los estudiantes. Paola Pinochet, madre de María Jesús, participó en la Escuela para Padres, donde se entregó orientación para el ingreso a la universidad y para apoyar correctamente a los hijos. “Aprendí muchas cosas que no sabía con respecto a la situación psicológica de cada uno, del ingreso y los beneficios del Estado. Pude entender lo que ella vive en la universidad y la voy a apoyar en todo, para que el día de mañana sea más independiente, pero ella ya es independiente y puede desenvolverse bien”.
Los alumnos PACE
Gracias al programa, Javiera Ponce, María Jesús Ruiz, Natalia Aravena, y muchos otros jóvenes pudieron ingresar a la carrera que querían en la Universidad de Talca. Como Javiera comentó, uno de los apoyos fueron los test vocacionales, que le permitió a ella saber que le interesaba más la carrera que eligió que la especialidad en gastronomía que seguía en el liceo.
Además del apoyo vocacional, el programa ayuda a los jóvenes a crear un proyecto de vida. Así lo expresa María Jesús Ruiz, que se matriculó en Nutrición y Dietética y que se moviliza en silla de ruedas por una discapacidad. “Me apoyó mucho, fue un incentivo para ingresar porque al principio no sabía si podría. El PACE me abrió muchas puertas, me subió el puntaje, me ayudó mucho”.
Natalia Aravena, que ingresó a la carrera Obstetricia y Puericultura, destacó la Academia PACE, donde se entregan herramientas para adaptarse a la vida universitaria, como una de las instancias más importantes. “Fueron muy buenas las herramientas que nos entregaron, realmente ayuda y el acompañamiento es algo que es muy importante, porque no sabemos lo que es entrar a la universidad. En la Academia nos enseñaron todo eso”.
El programa también se acercó a las familias de los estudiantes. Paola Pinochet, madre de María Jesús, participó en la Escuela para Padres, donde se entregó orientación para el ingreso a la universidad y para apoyar correctamente a los hijos. “Aprendí muchas cosas que no sabía con respecto a la situación psicológica de cada uno, del ingreso y los beneficios del Estado. Pude entender lo que ella vive en la universidad y la voy a apoyar en todo, para que el día de mañana sea más independiente, pero ella ya es independiente y puede desenvolverse bien”.